sábado, 21 de mayo de 2011

Mi diagnóstico

Después de ver a la única oftalmóloga que se intereso en mi voy con una notita a la guardia del sanatorio, si tengo que decir la verdad, sentía que tenía una bomba en la mano, algo que me estaba por estallar en la cara sin remedio, llamo a mi novio y le cuento mi situación mientras espero mi turno en la guardia y entre todos los médicos justo me atendió un neurólogo, leyó mi nota y me dijo “urgente toma esta orden y te sacas una RMN (Resonancia Magnética Nuclear) y volve a verme con el resultado”, recuerdo que era un viernes y entre una cosa y la otra ya era tarde, así que me dieron un turno para la mañana siguiente, yo estaba inmóvil no sabía que decir o que hacer, solo sabía que posiblemente tenía un tumor cerebral, solo recuerdo que pensaba todo el tiempo en mi mamá y mi papá, como contarles esto, lo único que tenía en claro era que no quería que lo supieran hasta que yo misma tuviese la certeza de lo que me estaba pasando.
Me hago la resonancia y solo recuerdo que los ruidos del resonador me hacen sentir peor que nunca y la resonancia era eterna, ni bien termina me dicen que el resultado va a tardar una semana, así que espere con toda mi angustia, deseando que sea lo mejor.
Vuelvo a ver al mismo neurólogo, pero ya fui acompañada de mi novio, porque tenía miedo de perderme algo de la información que me diría y por suerte lo hice, porque cuando  el médico me dice que en guardia no me podía atender porque las sospechas eran ciertas, tenía un Pseudotumor Cerebri, no supe ni que preguntar, así que las preguntas las hizo mi acompañante, nos ofreció dos opciones, o verlo a él en otro lugar (me dejo más que en claro que mi caso le interesaba como medico) o quedarme en el mismo sanatorio con otro neurólogo, yo opte por quedarme en el sanatorio porque es súper completo y ya tenía mi historia clínica ahí, entonces me da una nueva notita para que un neurólogo me vea en forma urgente.
Y así fue, conocí a mi neurólogo, una bendición para mí, aparte de ser un excelente profesional es una excelente persona y eso vale muchísimo.
En ese momento comienza mi tratamiento con 6 pastillas de acetazolamida diarias y un protector gástrico.
Ya habían pasado varios días y cada vez veía peor, necesitaba una punción lumbar, pero tuve una complicación “mi peso”, por mi exceso de peso solo se me podía hacer la punción en cirugía y lo que esto implica son los estudios pre quirúrgicos, los cuales tardaron un montón!
En algún momento me dicen que tuve suerte, porque podría haber sido peor, especialmente en mi caso, una persona con sobrepeso, anemia, hipotiroidismo y en edad de procrear, parecía que sorteaban la enfermedad y yo tenía todos los números!!!
Llegamos a los primeros días de marzo de 2007, justo el día de mi cumpleaños me citan a ver al neurocirujano ya con todo en mano para poner la fecha de la punción, así que decido contárselo a mi mamá para que me acompañe y vea que pasa, así no se sorprende conmigo ya en el quirófano, pero ese día hubo una urgencia y no lo vi, entonces al día siguiente  regresamos para ver a una Dra. y para mi sorpresa empiezan a venir de a bandadas de médicos a decir que no era seguro que ande en la calle y no me dejaron volver a salir del sanatorio.
Con lo puesto y algunos paquetes de regalos que había recibido me internan, pobre mi mamá! Como le decíamos a mi papá que estaba enferma y ya internada y todo? Lo importante en ese momento era averiguar cuando iba a ser la punción, los peligros y conseguirme algo de ropa.

2 comentarios:

  1. menudo susto se llevaría tu madre la pobre

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  2. Mi mamá se asusto un montón! Ella estaba de viaje porque mi abuela estaba enferma, así que mi mamá había ido a verla, por eso yo tampoco le quería contar los malos pronósticos hasta no estar segurísima. Mis hermanos también se asustaron, pero yo a ellos les había comentado algo por arriba, que estaba un poco enferma, pero que era un secreto!
    Imagínate que la noche anterior a la internación fue mi cumpleaños y yo fui a casa de mis papas y recién ahí conté mas o menos que pasaba, nunca nos íbamos a imaginar que ya iba a quedar internada!

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