jueves, 16 de junio de 2011

La lucha por el corset


Conseguir alguien me haga el corset fue una locura, ya que las ortopedias que estaban cerca del sanatorio me pedían una fortuna para hacérmelo, sinceramente lo habría pagado, pero los precios eran un disparate, en el trabajo me dicen que por el sindicato lo podía conseguir con un 50% de descuento y me dieron los teléfonos de varias ortopedias, no eran todas muy cerca, pero ninguna estaba exageradamente lejos.
Mi novio se acercó a una de las más cercanas y pidió un presupuesto, explicando contextura, peso y todos los datos que le pidieron, en síntesis le pasan un presupuesto de mucho menos de la mitad de las ortopedias que habíamos averiguado, así que decidimos hacerlo ahí.
No tardaron más de tres o cuatro días y vino el ortopedista a tomarme el molde, yo imaginaba otra cosa, pero la verdad es que me hizo sentar y me tomo las medidas sentadita, antes de retirarse me dice que en unos tres o cuatro  días más me lo entregan.
Pasan los días, vienen los médicos y me dicen “Ya tenes el alta pero sin el corset no te podemos dejar ir a tu casa” a lo que yo les respondo que tardaba entre tres o cuatro días, y si hoy no venía, mañana mismo llamaba y lo reclamaba, pero que yo debía esperar.
Llego al día cinco y nada, así que llamo y consulto, primero me dicen que el técnico no está, que llame más tarde, vuelvo a esperar y llamo más tarde, me atiende la encargada de la ortopedia diciéndome que mi corset no estaba listo, que por lo menos iba a tardar dos días más, pero que esa era toda la novedad que tenía.
Vuelve el traumatólogo al otro día y me pregunta, le cuento la novedad y me dice “Quedate tranquila, lo esperamos, lo importante es que vos tengas corset porque sino no te podes ir”.
Pasaron los dos días y para variar nada de nada, entonces decido volver a llamar, la encargada me atiende de muy mala manera y me dice que no tenía novedades, que vuelva a llamar a la tarde y asi lo hice, cabe destacar que yo solo le preguntaba para cuándo iba a estar, porque estaba internada y sin el corset no me podía ir, me hablaba medianamente bien, pero de golpe empezó a gritarme diciendo “PERO NO TE DAS CUENTA QUE UN CORSET DE ESE TAMAÑO TARDA MUCHO? DECILE A TUS MEDICOS QUE CUANDO ESTE SE LOS MANDAMOS, PERO QUE NO MOLESTEN MAS! NOSOTROS CON UN CORSET TAN GRANDE COMO EL TUYO TERMINAMOS PERDIENDO PLATA!!"
Juro que si bien yo sé que con 109 kilos no soy delgada (es obvio) nunca nadie me trato tan cruelmente, para colmo yo estaba casi postrada sin el corset, me sentí como nunca antes, impotente y ya me sentía inservible, así que era mucho para mí. 
Esa tarde llore y llore tanto que hasta vino la médica de piso a verme porque cuando las enfermeras se lo contaron no lo podía creer, me pedía el número para llamar ella a la ortopedia y preguntar, pero yo le pedí que no lo haga, para no hacer más lio, eso sí, nadie podía creer que no le había respondido nada a la encargada de la ortopedia, pero que le iba a decir, si era una pobre persona en todo sentido.
Pasan casi cuatro días y casi de noche llega el corset, le hacen algunos arreglos en la habitación, aun así es incómodo, pero gracias a eso al otro día logro el alta.

2 comentarios:

  1. que hija de la gran .....

    vamos entiendo que en ese momento que te enconrtases tan vulnerable no le contestases nada, pero yo lo hubiera guardado para cuando estuviera bien me hiria y le montaba un pollo...
    que se ha creido, a los clientes por muy pesados que se pongan hay que aguantarlos, y si no que no te hubiera dicho que iba aestar listo en un dia concreto dos veces si era mentira.
    ellos no cumplen y encima se ponen asi.. menuda mala pecora... yo iba y le daba la direccion del blog para que lea todo lo que pasaste y se sienta mal por lo que hizo.

    lo siento si me pongo burra Gladis, pero es que me da una rabia, que me cogia el avión (con todo el miedo que da) sólo para decirle cuatro cosas a esa señora...

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  2. Yo creo que me paso lo que vos decir Iri, porque la verdad en otro momento la habría peleado, pero yo quería el corset, me sentía tan mal y tan cansada de estar en cama.
    Pero bueno, las cosas vuelven, eso dicen.

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