Pasaron las 10hs y un poco más, una vez en preparada me vienen a buscar a la habitación, yo siempre aparentaba estar contenta, aunque en el fondo moría de miedo, pero pensaba y pienso que si era lo mejor tendría que ser así.
Llegamos al quirófano, pero no habían llegado todos los especialistas, como ya conté antes era viernes santo y en el fondo yo me sentía mal de estar matándole el fin de semana largo a muchas personas, no era por voluntad propia, pero yo sabía que algunos volvieron de sus mini vacaciones y otros se perdían almuerzos ya planeados con sus familias y no ayudaba mucho el hecho de que más de uno se quejaba porque tal o cual no llegaba y decían “yo también me pierdo de estar con mi familia en feriado, pero esto no puede esperar”.
Era una mezcla de sentimientos, entre miedo, culpabilidad y más miedo.
Yo estaba acostada preparada en la camilla, de a ratos se me caían las lagrimas por más que trataba de contenerme con todas mis fuerzas, mi traumatóloga pasaba de a ratos y me daba ánimos y eso me calmaba un poco.
Cuando llegan los médicos comenzaron los preparativos en el quirófano, de todo lo que paso ese día hay una cosa que no me olvido más y es que mi traumatóloga preparo una especie de molde para que yo pudiera estar cómoda en la cirugía y para que esto ayude a los médicos, ese gesto no me lo olvido mas, porque los cirujanos le decían que no era necesario hacerlo y ella decía que quería que yo esté bien, sinceramente eso hasta el día de hoy logra emocionarme.
Ahora sí! A comenzar la toracotomía y como todos saben: la anestesia total te hace olvidar de los nervios y lo único que repetía como loro era tengo “Bradicardia Asintomática Nocturna”, era algo que una Dra. me dijo que nunca me olvide de avisar.
Según me cuentan pasaron varias horas hasta que termino la cirugía, pero yo recién recuerdo despertarme en terapia a la tarde, no me podía mover para nada, tenía un tubo saliendo de mi cuerpo y me dolía hasta el alma.
Para variar me dolía mucho el brazo del suero y lo dije, pero al otro día ya no lo soportaba mas, así que avise nuevamente, yo no lo podía ver, pero suponía que los que me cuidaban en terapia si, la cuestión es que tenía el brazo asquerosamente hinchado, me cambiaron el suero y me ponían paños de agua fría en el brazo porque estaba terrible, pero la nueva vía no resulto, así que llamaron a un cirujano y me puso una vía central porque ya no me podían pinchar mas y de esta forma solucionaron el tema de mis venas.
Pase varios días en terapia, me podían pasar a visitar dos veces y me daban de comer, porque ni eso podía, hasta el día del cumpleaños de mi novio me vino a dar de cenar, pero yo esperaba esos momentos, de ver a alguien, de poder charlar aunque sea un poquito, desde que me enferme siempre lo tuve a él y a mi familia muy presente y en esos momentos realmente los extrañaba muchísimo.
A los 5 días de la toracotomía vino un kinesiólogo y me dijo que iba a ayudarme a sentarme en la cama, porque tenía que moverme, aunque yo sentía que no iba a poder igual no dije nada y lo intentamos, fue terrible para mí porque tenía dolor, miedo y no sabía qué hacer con este bendito caño que tenia!!!
Pusieron mi cama contra la pared y me puso un almohadón para que soportara aunque sea cinco minutos sentada, así lo hicimos y volvimos a hacerlo al día siguiente y así hasta que me enviaron a una habitación.
Pusieron mi cama contra la pared y me puso un almohadón para que soportara aunque sea cinco minutos sentada, así lo hicimos y volvimos a hacerlo al día siguiente y así hasta que me enviaron a una habitación.